martes, 25 de abril de 2017

Dos gotas de lluvia que ruedan sobre una hoja...

Estos días de bajón me han soprendido por una gran novedad. Me he dado cuenta que, a estas alturas del camino, no puedo compartir los malos momentos sobre fertilidad con mi pareja.

Menos mal que soy una positiva perseverante porque sino lo tendría crudo...

He tenido la sensación de que si yo caigo, él cae el doble de rápido que yo. No sé si me explico.

Le dije lo mal que me encontraba de ánimo y su reacción fue de enfado y hundimiento.
¿Dónde están aquellas esperanzadoras y típicas frases de...no te preocupes que lo superaremos juntos, etc, etc? Son edulcoradas pero hay días negros en los que me gustaría poder sentirme frágil, llorar si hace falta y reconocer abiertamente mi miedo a no ser nunca madre.

Ahora veo que somos dos gotas de lluvia que ruedan sobre una hoja...


Si una gota cae, la otra va detrás.
Espero que seamos reabsorbidas por la propia planta o evaporadas juntas en un spring day...

Le quiero con toda mi alma y veo que emocionalmente está exhausto. No es para menos. Antes el de "Braveheart" corriendo por la colina se le quedaba pequeño y ahora se está recomponiendo después de varias batallas.
Creo que a día de hoy se está recuperando para volver a ser el optimista irrefutable que era.

En este momento he retomado oficialmente mi papel de "fuerte" o al menos lo interpreto lo mejor que puedo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario