Me estaba notando esta tarde un poco nerviosa y no sabía por qué. Acabo de acordarme de que mañana es la extracción de ovocitos y he sentido un agudo pellizco en la barriga.
Creo que es más fácil cuando no te ha pasado antes. El año pasado fui con la tranquilidad que te brinda la ignorancia. Ahora sobrevuela por mi cabeza el miedo a una nueva hiperestimulación ovárica, cuya posibilidad me advirtió ayer el ginecólogo.
Y digo yo...¿y de qué me sirve darle vueltas?
De nada.
Voy a visualizar la situación en plan positivo. Llegaremos a la clínica y nos harán esperar unos minutos. En un descarado homenaje a Michael Jackson, me pondrán Propofol y perderé la conciencia. Un tiempo después, despertaré en la cama de una habitación. Allí estará mi chico con carita de preocupado pero se relajará en unos minutos al ver que ha ido todo bien. El médico pasará y me dirá que si me duele cuando se pase la anestesia, me tome un Nolotil o algún calmante. Podremos marcharnos a casa a descansar.
Nos llamarán en un par de días para decirnos que tenemos 8 preembriones o blastocitos y que la transferencia de los dos mejores será el sábado y en "fresco".
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